"La lengua surgió en el período de enamoramiento del hombre: las primeras manifestaciones lingüísticas, a mi entender, serían una mezcla entre los maullidos líricos del gato en celo durante la noche y los trinos melódicos del ruiseñor enamorado."
(Otto Jespersen, Lenguaje)
Cita recogida en "La lengua y el hombre. Introducción a los problemas generales de la Lingüística", de Bertil Malmberg. Libro de bolsillo Istmo. Colección Fundamentos. 1ª edición, 1971; 8ª, 1981. El original es de 1966.
POEMAS, RESEÑAS DE LIBROS DE POESÍA, TRADUCCIONES, HAIKU.
domingo, 17 de noviembre de 2013
domingo, 3 de noviembre de 2013
NOVIEMBRE
Donde el verano asegura
su consunción, aguarda el invierno
un vientre de bienestar.
Tan lógico como eso, tan sádico.
Mírame estos días
como yo también me contradigo
y me ratifico: duermo largo,
pero en mis sueños siempre atisbo
el trayecto de una ouija malintencionada.
No quisiera despertar.
Tan cobarde como eso, natural.
Estos días de noviembre,
ya pasado el día de difuntos,
esperando que algo ocurra, casi
rezando, en que a veces saludamos
a los vecinos sin mirarlos a la cara.
Tan absurdo, tan real.
su consunción, aguarda el invierno
un vientre de bienestar.
Tan lógico como eso, tan sádico.
Mírame estos días
como yo también me contradigo
y me ratifico: duermo largo,
pero en mis sueños siempre atisbo
el trayecto de una ouija malintencionada.
No quisiera despertar.
Tan cobarde como eso, natural.
Estos días de noviembre,
ya pasado el día de difuntos,
esperando que algo ocurra, casi
rezando, en que a veces saludamos
a los vecinos sin mirarlos a la cara.
Tan absurdo, tan real.
sábado, 28 de septiembre de 2013
SEAMUS HEANEY. DEATH OF A NATURALIST (MUERTE DE UN NATURALISTA)
Una segunda entrada en memoria de S. Heaney. Esta vez con la traducción de su poema emblemático MUERTE DE UN NATURALISTA, que da título al libro por el que Heaney alcanzó reconocimiento como gran poeta. Incluimos también el poema original.
MUERTE DE UN NATURALISTA
Todo el año la presa de lino se inflamaba en el corazón
de la ciudad; verde y con la cabeza hinchada,
el lino se había podrido allí, trabado por enormes turbas.
Diariamente se asfixiaba bajo un sol de justicia.
Las burbujas rompían delicadamente, los moscardones
tejían una tupida gasa de zumbidos alrededor del hedor.
Había libélulas, mariposas moteadas,
pero lo mejor de todo era la cálida, espesa baba
de las huevas de rana que crecía como agua coagulada
a la sombra de las orillas. Aquí, cada primavera
yo llenaba búcaros de granos
de gelatina para alinearlos en los alféizares de casa,
en las estanterías de la escuela, y esperaba y observaba hasta
que los puntitos chafados reventaban en ágiles
renacuajos nadando. La señorita Walls nos contaba que
papá rana se llamaba rana toro.
Y cómo croaba y cómo mamá rana
ponía cientos de pequeños huevos y esto era
huevas de rana. Uno podía predecir el tiempo por las ranas también,
ya que eran amarillas con el sol y marrones
con la lluvia. Entonces un día de calor en que los campos estaban cubiertos
de boñigas de vaca, en la hierba las ranas furiosas
invadieron la presa de lino; yo me escondí entre los setos
de un intenso croar que no había oído
antes. El aire era espeso con un coro de bajos.
Justo debajo de la presa, ranas de vientre abultado estaban ladeadas
sobre las hierbas; sus cuellos anchos latías como velas. Algunas estaban
preparadas como granadas de barro, con sus cabezas romas resoplando.
Sentí náuseas, me volví, y corrí. Los grandes reyes del cieno
estaban reunidos allí para la venganza y yo supe
que si yo sumergía mi mano, las huevas la agarrarían.
DEATH OF A NATURALIST
All year teh flax-dam festered in the heart
Of the townland; green and heavy headed
All year teh flax-dam festered in the heart
Of the townland; green and heavy headed
Flax
had rotted there, weighted down by huge sods.
Daily
it sweltered in the punishing sun.
Bubbles
gargled delicately, bluebottles
Wove a
strong gauze of sound around the smell.
There
were dragon-flies, spotted butterflies,
But
best of all was the warm thick slobber
Of
frogspawn that grew like clotted water
In the
shade of the banks. Here, every spring
I
would fill jampotfuls of the jellied
Specks
to range on window-sills at home,
On
shelves at school, and wait and watch until
The
fattening dots burst into nimble-
Swimming
tadpoles. Miss Walls would tell us how
The
daddy frog was called a bullfrog
And
how he croaked and how the mammy frog
Laid
hundreds of little eggs and this was
Frogspawn.
You could tell the weather by frogs too
For
they were yellow in the sun and brown
In
rain. Then one hot day when fields were rank
With
cowdung in the grass the angry frogs
Invaded
the flax-dam; I ducked through hedges
To a
coarse croaking that I had not heard
Before.
The air was thick with a bass chorus.
Right
down the dam gross-bellied frogs were cocked
On
sods; their loose necks pulsed like sails. Some hopped:
The
slap and plop were obscene threats. Some sat
Poised
like mud grenades, their blunt heads farting.
I
sickened, turned, and ran. The great slime kings
Were
gathered there for vengeance and I knew
That
if I dipped my hand the spawn would clutch it.
jueves, 12 de septiembre de 2013
DOS POEMAS EN "DOS POEMAS Y UN CAFÉ"
En el último número de la revista virtual de poesía DOS POEMAS Y UN CAFÉ, Javier Ocaña ha tenido a bien incluir estos dos poemas. Se trata de una publicación modesta pero muy cuidada, casi artesanal. Gracias y suerte, amigo.
LLÁMALO SUERTE
Llámalo suerte, margen izquierda, la
cuneta
Estaba ahí, a dos palmos del arcén,
Para que detuviéramos la marcha
Y pudiéramos ver mejor el animal.
Ni zorro ni jabato: un vulgar perro
Atropellado, moribundo.
Llámalo suerte, sangre negra, aún se
movía,
Yo no quería, pero fuiste tú
Quien se empeñó
En recogerlo e intentar salvarlo,
Y así lo hicimos, lástima
De maletero: aún olía a nuevo.
Llámalo suerte, inexorable paso
Del tiempo, aburrimiento, nos cansamos,
Tenía, acaso, que pasar.
Y aquí
Nos quedamos los dos
Solos, lamiéndonos aún
las heridas.
Te
fuiste sin ponerle
nombre.
Quizá lo llame suerte.
LUGAR
La persona es el lugar de los demás,
El lugar de las cosas que se nombran,
Nuestro lugar en nuestro mundo parado y
único.
La persona que no soy yo
Es la escritura contra los demás,
Como un borrón y cuenta nueva
En los hábiles trazos de un papel
quemado.
Para que yo desaparezca
Se tiene que romper mi espacio,
Hundirse o perderse como una telaraña
De luz en el silencio.
Y yo estoy siempre quieto
O muerto en mi lugar común,
Alguien que escribe frases de ceniza
Cuando no queda nadie que las lea.
Alguien con un insecto de metal
Metamorfoseándose en su oído.
El que vende relojes en la esquina
Equivocada para un tiempo
Que no llegará nunca.
sábado, 31 de agosto de 2013
SEAMUS HEANEY. IN MEMORIAM
Ayer, 30 de agosto, murió
el poeta norirlandés Seamus Heaney, sin duda uno de los más grandes poetas en
lengua inglesa del siglo XX.
Animado por el editor de
mis primeros poemas, que quería iniciar una colección de poesía en otras
lenguas y en edición bilingüe, hacia 1994 comencé la traducción de Seeing Things, publicado en 1991 por Faber
& Faber. Tras un primer contacto con el poeta para comunicarle el proyecto
y obtener su autorización, en marzo de aquel año recibimos su contestación. Nos
decía que se alegraba y agradecía nuestro interés por su obra, pero nos
informaba que ya estaba en marcha la traducción oficial del libro, a cargo del profesor Brian Hughes. Nada decía en
la carta, sin embargo, sobre que abandonáramos el proyecto, más bien al
contrario. Nosotros, sin embargo, nos apartamos del mismo y nos decidimos por
otro sobre obra inédita en español de Philip Larkin.
Al año siguiente Heaney
recibió el Premio Nobel de Literatura; el mismo año que apareció nuestro Poemas Sueltos (1960-84), de Larkin.
Por entonces, Seeing Things vio la luz en español con
el título de Viendo Visiones.
Después, en 1996, algunos
de los poemas del libro que ya habíamos traducido y algún otro de libros
anteriores fueron publicados en el número 50 la revista Barcarola, dentro de
una muestra de poesía contemporánea inglesa bajo el título Penúltima poesía británica. En ella, Seamus Heaney aparecía en
primer lugar y con un papel de maestro; otros de los diez poetas antologados en
la muestra son Douglas Dunn, David Sweetman, Craig Raine, James Fenton y Andrew
Motion.
Reproducimos, en esta
primera entrega, tres de los poemas de Heaney –nuestra versión en castellano-
de aquella selección. Dedicaremos una siguiente entrada a nuestra traducción
del poema Muerte de un Naturalista, del
libro homónimo, acaso su mejor volumen, y el más conocido.
ANAHORISH
Mi
“sitio de agua clara”,
La
primera colina del mundo
donde
fluyen los manantiales
bajo
la hierba brillante
y
las oscuras losas
del
centro del sendero.
Anahorish, suave pendiente
del
prado consonante y vocal.
post-imagen
de lámparas
balanceadas
por los patios
en
las tardes de invierno.
Con
cubos y carretillas
esos
habitantes de la colina
van,
hundidos hasta la cintura en la niebla,
a
romper la fina capa de hielo
de
fuentes y estercoleros.
ANAHORISH
My 'place of clear water,'
the first hill in the world
where springs washed into
the shiny grass
and darkened cobbles
in the bed of the lane.
Anahorish, soft gradient
of consonant, vowel-meadow,
after-image of lamps
swung through the yards
on winter evenings.
With pails and barrows
those mound-dwellers
go waist-deep in mist
to break the light ice
at wells and dunghills.
the first hill in the world
where springs washed into
the shiny grass
and darkened cobbles
in the bed of the lane.
Anahorish, soft gradient
of consonant, vowel-meadow,
after-image of lamps
swung through the yards
on winter evenings.
With pails and barrows
those mound-dwellers
go waist-deep in mist
to break the light ice
at wells and dunghills.
(Wintering
Out)
ENCUADRES
XXXVII
En famosos poemas
del sabio Han Shan,
Montaña Fría es un
lugar que también puede significar
Un estado de la
mente. O diferentes estados de la mente
En momentos
diferentes, pues los poemas parecen
Excepcionales,
impulsivos, de los que empiezan
"Llevo sentado
aquí frente a la Montaña Fría
Veintinueve
años", o "No hay sendero
Que recorra todo el
camino" -materia envidiable,
Sencilla y creíble.
Hablar de ello no
basta
Pero citarlo
demuestra el menos
La virtud de un
arte que conoce su mentalidad.
SQUARINGS
XXXVII
In famous poems by
the sage Han Shan,
Cold Mountain is a
place that also mean
A state of mind. Or
different states of mind
At different times,
for the poems seem
One-off, impulsive,
the kind of thing that starts
I have sat here facing the Cold Mountain
For twenty-nine years, or There is no path
That goes all the way –enviable
stuff,
Unfussy and
believable.
Talking about it
isn´t f good enough
By quoting from it at
least demonstrates
The virtue of an art
that knows its mind.
XXXVIII
Subimos al Capitol
con luz de luna, sentimos
Los impulsos de la
tentación en las alturas:
Éramos
privilegiados y tardos, y los sabíamos.
Entonces algo en mí
se tornó profecía
Y toda la imitación
de versos grabados en piedra.
"Abajo la
forma triunfante, larga vida", (dije)
"Forma
mendicante y convaleciente. Asistimos
Al retorno del agua
pura y la rueda de oraciones".
A lo que una voz
contestó, "Por supuesto.
Pero los otros
están en el Café Fórum, esperando,
Preguntándose dónde
estamos. ¿Qué tomaréis?"
XXXVIII
We climbed the
Capitol by moonlight, felt
The transports of
temptation on the heights:
We were privileged
and belated and we knew it.
Then something in me
moved to prophesy
Against the beloved stand-offishness
of marble
And all emulation of
stone-cut verses.
“Down with form
triumphant, long live”, (said I)
“Form medicant and
convalescent. We attend
The come-back of pure
water and the prayer-wheel.”
To which a voice
replied, “Of course we do.
But the others are in
the Forum Café waiting,
Wondering where we
are. What´ll you have?
(Seeing Things)
(Trad. Valentín Carcelén)
lunes, 26 de agosto de 2013
BODAS DE ORO. POEMA
Creo que no es tarea fácil responder satisfactoriamente a un "poema de encargo", y yo no suelo encontrarme cómodo en esas lides. Pero el pasado sábado, 24 de agosto, mis padres y cinco matrimonios más celebraron sus 50 años de casados, y, desde el grupo de personas encargadas de organizar la ceremonia, se me pidió un texto para la misma. Recibí la petición como un halago y rápidamente me puse manos a la obra. Con no poco esfuerzo, pero con no menos satisfacción, me salió este texto con el que la ceremonia, más emotiva que solemne, finalizó:
LECCIÓN DE CONVIVENCIA
Para los que hablan de su tiempo juntos
como quien habla de su vida entera.
Para quienes se escuchan sin hablar
y bien se entienden aunque no se vean.
Para los que en el paso de los años
supisteis compartir risas y penas.
Para los que escribís vuestros dos nombres,
aunque a dos manos, con la misma letra.
Para vosotros que, de la palabra
“juntos”, os habéis hecho una bandera.
Para vosotros, cuyo amor se mide
por tiempo, como luz de las estrellas.
Para quienes hacéis de la familia
y el trabajo el porqué de la existencia.
Porque no habéis querido nada ser
sin vuestro compañero o compañera.
Para vosotros, que aún apuntaláis
el mundo con las manos y experiencia.
Para vosotros, y por vuestro ejemplo,
por toda vuestra vida, que es la nuestra,
Salud, Felicidades y Alegría;
que estos no sean los únicos cincuenta.
De parte de los hijos y las hijas,
de parte de los nietos y las nietas,
muchas gracias por darnos cada día
una cabal lección de convivencia.
Valentín Carcelén.
Agosto de 2013.
miércoles, 14 de agosto de 2013
HAIKU Y VARIACIÓN
I
en el verano
queremos ser los mismos
y somos otros
II
en el verano
quisiéramos ser otros
y no podemos
sábado, 27 de julio de 2013
sábado, 29 de junio de 2013
domingo, 23 de junio de 2013
miércoles, 12 de junio de 2013
domingo, 5 de mayo de 2013
RODANDO EXTERIORES (III)
Recupero -las fechas lo reclaman- otro poema de Cámara Oscura: el último de una serie de tres bajo el título "Rodando exteriores", en clara alusión, como gran parte del libro, al mundo del cine y la fotografía. Se lo dediqué a un gran aficionado al séptimo arte.
Del milenio y las tormentas
hablaremos cuando lleguen.
Dejadme ahora con mayo.
Quiero ver cómo las flores
se resecan y cuajan
en frutos verdes y quiero
ver cómo se aclara la línea del horizonte
hasta darme cuenta
exacta de dónde estoy.
Quiero ver cómo flotan en el aire
esos pólenes y semillas blandas,
verlos posarse en mis hombros
y esperar una imposible germinación.
Ver estos días amarillos abrirse
y darme su más tierno abrazo,
invitarme a su fiesta más íntima.
Dejadme, dejadme ahora con mayo.
Ya hablaremos, ya,
de las vacaciones o las cosechas.
Para Víctor David,
muerto de cine.
hablaremos cuando lleguen.
Dejadme ahora con mayo.
Quiero ver cómo las flores
se resecan y cuajan
en frutos verdes y quiero
ver cómo se aclara la línea del horizonte
hasta darme cuenta
exacta de dónde estoy.
Quiero ver cómo flotan en el aire
esos pólenes y semillas blandas,
verlos posarse en mis hombros
y esperar una imposible germinación.
Ver estos días amarillos abrirse
y darme su más tierno abrazo,
invitarme a su fiesta más íntima.
Dejadme, dejadme ahora con mayo.
Ya hablaremos, ya,
de las vacaciones o las cosechas.
domingo, 7 de abril de 2013
MANUEL LAESPADA. Dos poemas de "DEL AMOR CAÍDO"
El albaceteño Manuel Laespada obtuvo el XVII Premio de poesía "Ciudad de Mérida" con "Del amor caído", una colección de 20 poemas, elaborados cada uno a partir de un verso de poemas de Donde habite el olvido. El título también está sacado de un verso del mismo libro de Cernuda.
No es éste, ni mucho menos, el primer premio de Laespada: el Ciudad de Salamanca, Luis de Feria, Vicente Martín, o el Joaquín Lobato, de Vélez-Málaga, entre otros, forman parte de su extenso currículo.
El libro está publicado en la Colección Vincapervinca, de la Editora Regional de Extremadura, y apareció en noviembre de 2012. De él elegimos estos poemas:
Esperé un Dios en mis días
Dios no está en mis poemas casi nunca
a pesar de que dicen
que siempre está al acecho,
que vigila mis pasos,
que me mira y me ve. Y yo lo miro,
lo busco, lo reclamo, lo incluyo en algún verso
como si fuera un tópico, esperando
que eso le hará feliz, protagonista
de mis neuras, mis sueños, mis poemas,
y no acude a la cita.
Definitivamente
a Dios le gusta poco mi poesía.
Bajo la lluvia desatada
Seguro que era abril porque la lluvia
arrinconó postales y palmeras.
Seguro que era demasiado tarde,
las estatuas del frío
vistieron de un intenso verdemar
las manzanas prohibidas.
Seguro que esa noche habría plenilunio,
las aguas de las norias
estiraban sus cuellos de cisne traicionado
para abrazar un aire tímido.
Seguro que la hoja
de un libro o de una higuera, igual daba,
despedidas trenzaba
y en un parque algún banco
deshojaba, si, no, pétalos de la espera.
Seguro que sabías
que yo pensaba en ti.
viernes, 29 de marzo de 2013
INTERIORES V
INTERIORES es una serie de seis poemas que apareció en el primer número de la revista Feria, allá por 1997. Me ha parecido oportuno recuperar ahora el quinto de la serie. Sigo pensando lo mismo.
Ni
la luz ni el ocio para animar
este
diálogo entre uno
consigo
mismo. Ya está aquí la Semana Santa.
Unos
días de vacaciones
mientras
los árboles terminan de retoñar.
Me
dicen que salga,
que
viajar está muy bien,
que
me vaya estos días a las playas de levante
o a
ver las procesiones
del
sur.
Considero
la idea y reconozco
que,
en principio, me gusta.
Y es
una suerte poderlo hacer.
Pero
vuelvo a pensar, le doy vueltas
y
más vueltas y, al fin, decido.
Es
también una suerte poderse quedar.
lunes, 11 de marzo de 2013
POEMA
TIENES ojos de medianoche, y son
míos, son míos. Son los ojos del cielo.
Abren una parcela de luz,
con estatuas y altares de mármol,
entre lo que más quiero y todo
lo que puedo querer. Son míos
son míos. Son los ojos del mundo.
Diría espejos donde dios
se mira y sólo ve fluir
el agua del tiempo: otoños lentos,
inviernos interminables.
Abarcan el abecedario completo
de las horas y los días, y toda
la infinita gama de blancos, y son míos,
son míos. Son los ojos de la vida.
míos, son míos. Son los ojos del cielo.
Abren una parcela de luz,
con estatuas y altares de mármol,
entre lo que más quiero y todo
lo que puedo querer. Son míos
son míos. Son los ojos del mundo.
Diría espejos donde dios
se mira y sólo ve fluir
el agua del tiempo: otoños lentos,
inviernos interminables.
Abarcan el abecedario completo
de las horas y los días, y toda
la infinita gama de blancos, y son míos,
son míos. Son los ojos de la vida.
sábado, 2 de marzo de 2013
sábado, 16 de febrero de 2013
sábado, 26 de enero de 2013
MANUEL PINILLOS V
Quinta y última entrega que dedicamos al poeta de Zaragoza. Y lo hacemos con su único poema en prosa, perteneciente, como Solamente hay dos razas, que publicábamos el pasado 11 de noviembre, a su libro de 1966 Viento y Marea, sin duda el más comprometido, y acaso el mejor.
POETA-EMPLEADO
A un “vivo” que
remueve muertos
Hace tiempo que debías haber empezado tu
personal limpieza, pues puede que todo provenga del oscuro tiempo prenatal, los
nueve meses de almacenar una escasa materia aprovechable. ¿Por qué, si no, ese derramar
humedades por los ojos cobradas a tanto la pieza? ¿De dónde viene, más que de
antiguas insuficiencias, esa horrible afición a hablar de la desgracia ajena
montado en tren de lujo y corriendo hacia el banquete?
Bajo tu torso late un activo motor, muy
funcional, que da la hora de estar siendo. Pero emocionalmente no es aquello
mucho más que un carámbano que flota en el mar del vacío.
Brotan por doquier ayes, explotan regiones,
yacen infinitas hambres en confusos montones, las familias borrosas de países
enteros sucumben bajo su justificado miedo pero tú plácidamente te remontas a
las nubes, y en todo caso escribes ásperos versos de adhesión a la ligera, o
depositas un frívolo suspiro fingido sobre el pecho de un cualquier esqueleto
de entre la pirámide de habituales víctimas; y te irás más tarde a tu cita en
la feria de atracciones, donde podrás mostrar tu habilidad en el disparo
tirando al blanco sobre ramos de petunias. Por ver si puedes arrancar el premio
de la mariposa multicolor, o el sobre con sorpresa que puede ser un montoncito
de billetes efectivos. (Al mismo ritmo de cada disparo, allá, en un pueblo
mísero asiático, agonizan doscientos mil famélicos seres, aplastados por su
hueso desvestido o algún hachazo de metralla).
Sería necesario, sería eficaz que bebieras en
el hueco vaso de ese muerto de inanición, en el corazón atropellado de ese
grupo de harapientos, en el latido escaso de aquellos fraternos parias que son
empujados a punta de bayoneta en los cinco continentes, para que tus perfectísimas
palabras de ladrón de emociones adquieran un saludable significado. Sería muy
limpio, sería absolutamente edificante, en el mismo grado que previsible, que
fueras por cierto tiempo el triste despojo del que te haces procurador en
ciertos días de belleza estrictamente ornamental, cuando colocas medallones de
hojas de muérdago sobre el débil hombre que agoniza estupefacto entre el
diluvio y el desempleo. Sería muy lógico que si hablas de miserias estuvieras
emparentado con una verdadera miseria, esa que en tus hombros se apoyase.
¡Mucho me temo que sigas hasta el fin
llorando con la lágrima de otro, con la lágrima robada en ajenos ojos
apartados; que no conozcas jamás qué es el sollozar por puro terror ante el
silencio de tantas puertas cerradas. ¡Mucho me temo que como un hábil artista
del comercio, fincado y sucesivo, sigas alimentado tu palabra en el plato donde
se da el sufrir ajeno su atracón de desfallecimiento cotidiano y sin apoyo,
mientras todo eso lo masticas como a través de una música de fiesta! Parigual
al antropófago que mueve su danza en torno
a la carne –tostada a la brasa y humeando muerte odiosa- del semejante a
quien va a devorar cuando el tambor cese, en el insaciable día de la selva que
entre todos replantamos hora a hora. Mientras en el aire que nos dice tantas
cosas comienzan a presentirse las primeras ráfagas de aromas enormes, muy
gemelos al advenimiento de un estío que no muera.
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